Soy una bomba de relojería,
una granada que va saltando de mano en mano
hasta terminar en la mía.
Es fácil sentirse un(a) hipócrita en un mundo con valores por bandera,
con huracanes amenazando tras cruzar cada ladera.
El miedo es sentir un frío invernal,
una concertina arrullada en las caderas,
y que pasen siete otoños hasta alcanzar la primavera.
Miedo de decir algo por si cambio de opinión,
miedo de no decirlo por si fallo la lección,
por si pierdo la inspiración.
Tenemos miedo del Amor
porque hay mucha rabia en nuestro interior;
y ahí, perdemos el sentido y la dirección,
muriendo de frío e inanición.
Escucho el grito de un niño y envidio su liberación:
Chillar hasta liberar el dolor,
bañarme en el lodo de la idealización,
romper los grilletes de mi piel en extinción,
las cercas de este inmenso y puro corazón.
No sé. Sólo sé que siento pavor,
pero GRACIAS, porque sé que si siento vivo
y vivo con devoción.
Escrito: Andrea Carrera (FB) a.de.almendro (Insta)
Imagen: David González–> davidgonzalez.photo
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